Pero antes de comentar algo más, vamos a ver de qué hablamos cuando hablamos de robot.
Recordando lo que es un robot
Como diría 'el otro', el concepto de robot es un concepto discutido y discutible. No hay una definición abarcadora, y a la vez, aceptada, de lo que es un robot. Y hemos aplicado históricamente el nombre de robot a entidades artificiales bastante diferenciadas.
Comenté los conceptos de robot en uno de los primeros vídeos de mi proyecto 'The robot notes'. En concreto, en el siguiente vídeo expongo algunas de las concepciones y definiciones existentes.
Y seleccionando la concepción que mejor explica la esencia de un robot, hablaba tanto en el vídeo como en mi libro 'Robots en la sombra' de los agentes inteligentes, una idea que se ilustra en la siguiente figura extraída de mi libro.
Un agente, un robot si llega el caso, sería una entidad que se comunica con el exterior, con el entorno obteniendo información del mismo mediante alguna forma de sensores para, a continuación, y con base en sus objetivos, seleccionar las acciones más convenientes y trasladarlas a ese entorno mediante actuadores.
Es muy importante esa relación con el entorno, incluyendo esa capacidad de actuar sobre el mismo mediante actuadores que es lo que le confiere esa naturaleza de agente, puesto que agente significa aquello que hace, que actúa. La inteligencia, que no necesariamente implica sofisticación ni el uso de inteligencia artificial, supone la coherencia entre la situación del entorno, según se percibe por los sensores, con las acciones efectuadas conforme a los objetivos del agente.
Para que un agente sea un robot, aparte de la caracterización propia como agente, se precisa, evidentemente, que se trate de una entidad artificial (un ser humano es también un agente, pero no un robot).
El debate sobre si el software puede ser un robot
Para muchos autores e instituciones, además, el robot debe tratarse de un ente con realidad física, con cuerpo y, de hecho, esa corporeidad, ese 'embodyment', tiene serias implicaciones, incluidas las éticas, en sus resultados y condicionantes.
Sin embargo, dentro del término 'robot' se mencionan con frecuencia agentes que son esencialmente lógicos o, por entendernos, software.
En mi libro 'Robots en la sombra', que habla de robots software, explico que, por un lado, los robots que denominados software, realmente si que tienen un 'cuerpo', lo que ocurre es que, en lugar de tratarse de un cuerpo físico especializado, se trata de un hardware de propósito general, típicamente un ordenador o un smartphone y que, además, el entorno con el que interactúan es especial puesto que, con frecuencia, es un entorno digital, no físico.
Intentando identificar las características de los robots en general, incluyendo los que denominamos robots software, llegaba a una propuesta de seis características, a saber:
- Artificiales
- Adaptables
- Actuadores sobre su entorno
- Autónomos
- Sustitutivos de personas
- Similares a personas
Algunas de estas características, como la de la artificialidad, parecen indiscutibles. Más laxas y discutibles son, sin embargo, las que hacen mención al papel sustitutivo de personas o su similitud pero que son muy relevantes en el caso de los robots software. Y también hay que reconocer que se aplica muy comúnmente y sin casi discusión término robot a entes que, por su falta de autonomía, e incluso de inteligencia, cabría excluir de la idea de robot, como son los así llamados robots quirúrgicos.
El tema da para mucho debate, pero lo voy a dejar ahí.
Sólo decir, antes de conocer a la nueva especie robótica, que en mi libro hablaba de dos familias o especies de robots software: los robots RPA ('Robotic Process Automation') por un lado, y los robots conversacionales, o chatbots para simplificar, por otro.
Los agentes de la AgenticAI como robots
Bueno, pues creo que ahora hay que unir una tercera especie o familia: los agentes de la denominada 'AgenticAI'. El propio nombre ya nos avisa: estamos hablando de agentes.
En efecto, se trata de unos módulos software, regidos, en este caso, por un 'cerebro' basado en modelos generativos de inteligencia artificial. Se trata de unos módulos que también perciben un entorno (aunque un entorno especial) y que generan acciones sobre él. Y se trata de unos módulos en que las actuaciones son coherentes con el estado del entorno y los objetivos del módulo. El término agente, pues, es absolutamente apropiado para estos módulos, aunque quizá resulte desafortunado que se apropien de es término que es muy anterior a la existencia de estos nuevos robots, y que es aplicable a otras muchas entidades. En cualquier caso, sí que son agentes y agentes inteligentes.
Y cumplen las seis condiciones que en mi libro 'Robots en la sombra', atribuía a los robots en general, y a los robots software en particular: son artificiales, adaptables, actuadores sobre su entorno, autónomos, sustitutivos de personas y, en cierto sentido, similares en su comportamiento a ellas. Son, por tanto, robots, robots software.
En algún próximo artículo, intentaré explicar que, no sólo es que se trate de robots software, es que, además, y según se ve en sus primeras realizaciones, tienen importantes solapes con las dos anteriores especies robóticas software que había identificado: los robots RPA y los robots conversacionales, convirtiéndose en una suerte de evolución, e incluso convergencia, de sus 'antepasados' robóticos.
Conclusiones
A despecho del debate existente, y justificado en realidad, acerca de lo que realmente significa el término 'robot' y del otro debate, también existente y también justificado, acerca de si un robot software es realmente un robot, creo que, si sigo mi propia doctrina respecto a lo que es un robot, estamos asistiendo al nacimiento de una nueva especie robótica: los agentes de la AgenticAI.
Una especie 'joven' y que habrá que ir viendo cómo se desarrolla.
Todo apunta a que tendremos muchos noticias al respecto en las próximos meses e incluso semanas.
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