lunes, 25 de marzo de 2024

Teletrabajo e innovación

A nadie cabe duda que, impulsado definitivamente por la pandemia COVID, el teletrabajo se ha instalado en nuestras vidas.

Han crecido en gran medida las empresas que ofrece u obligan a sus trabajadores a funcionar en modo teletrabajo, ya sea de forma completa o, probablemente más frecuentemente, parcial. 


Aportaciones del teletrabajo


No cabe duda de que el teletrabajo aporta muchas ventajas, más allá de haber contribuido a aliviar las dificultades generadas por la pandemia.

El teletrabajo aporta un factor de eficiencia evidente, ya que, como mínimo, ahorra los tiempos y costes asociados los desplazamientos inherentes al traslado a los centros de trabajo o también a reuniones y eventos.

Un teletrabajo generalizado permite a las empresas necesitar de un menor espacio físico en sus oficinas, con el consiguiente ahorro en alquileres.

De cara al trabajador, el teletrabajo también trae ventajas en forma de posibilidad conciliación con la vida familiar, flexibilidad horaria o posibilidad de acceder a puestos de trabajo fuera de su pueblo o ciudad.

A nivel social el teletrabajo puede favorecer a las poblaciones pequeñas, especialmente rurales, permitiendo que las personas mantengan su residencia en este tipo de poblaciones, mientras trabajan para una empresa con sede, quizá, en una gran ciudad.

Sin ánimo de ser exhaustivo, estas podrían ser algunas de las ventajas del teletrabajo.


El caso de la innovación


Sin embargo, como casi en cualquier cosa, no todo 'es de color de rosa' y ya hemos visto casos, por ejemplo, de empresas que aumentan la tasa de presencialidad, tras experiencias quizá no del todo positivas con el teletrabajo.

Un análisis poco evidente de posibles impactos negativos del teletrabajo es el que realizan Gerald C. Kane, Rich Nanda, Anh Nguyen Phillips y Jonathan R. Copulsky, en su libro 'The transformation myth' a propósito de la relación del teletrabajo con la innovación.

Nos dicen, literalmente


One drawback is that remote work may decrease innovation. Academic research on knowledge management dating back decades notes that new knowledge is typically created through the combination and exchange of existing knowledge.Much of this valuable combination and exchange of knowledge in today’s organizations tends to occur in serendipitous interactions when employees are simply in the same place, connections that could not happen without colocated


En general, creo que tendemos a estar de acuerdo en que en el caso del teletrabajo, las relaciones sociales en el ámbito laboral sufren porque tienden a disminuir en número y, sobre todo, en calidad. 

En este caso, los autores señalan la importancia de las interacciones cara a cara casuales como mecanismo de difusión del conocimiento y también como un papel disparador de nuevas ideas y con ellas de la innovación. Si, como parece ser, el teletrabajo hace que ese tipo de interacciones disminuyan, tendríamos una afección negativa a la capacidad innovadora de las organizaciones.

Probablemente, en efecto, en un entorno de teletrabajo las interacciones, que suelen tomar la forma de reuniones de videoconferencia o bien intercambios mediante correo electrónico, mensajería o foros, tiendan a estar orientadas a cosas muy concretas, dejando poco espacio para el comentario abierto o incluso la divagación. 

Se me ocurre que quizá, sólo quizá, ese debilitamiento de las relaciones casuales se podría ver compensado por un aumento potencial de las personas con que podemos interactuar en entornos virtuales, aunque tal vez eso no compense el deterioro en cuanto a la naturaleza de la relación.

Los autores también señalan el afecto adverso que el teletrabajo puede tener en la cultura empresarial, puesto que se produce una cierta desconexión del trabajador con esa cultura. Y los autores remarcan, en línea con la temática de su libro, la importancia dela cultura en un proceso de innovación o transformación digital.


Conclusiones


Aunque el efecto neto del teletrabajo creo que se puede considerar positivo en muchos aspectos, también pude traer consigo otros efectos adversos y quizá, en efecto, pudiera devaluar la capacidad innovadora de las empresas.

No estoy convencido de que tenga por qué ser así. Puede que, incluso, sólo tengamos que pasar por una adaptación para saber trabajar mejor en teletrabajo y recuperar la capacidad de innovación.

De todas formas, las advertencias sobre el posible impacto en cultura empresarial e innovación me parecen relevantes, creíbles y dignas de prestarles atención.

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