viernes, 25 de abril de 2025

El machine learning como fenomenología y la renuncia al conocimiento

El último post de este blog, el titulado ''Lingüistas frente a inteligencia artificial' comentaba cómo, en las primeras épocas del procesamiento del lenguaje natural, los algoritmos se basaban mucho en conocimiento lingüístico, en reglas de ese campo y, por tanto, se precisaba de la participación de lingüistas. Y cómo, sin embargo, con la evolución tecnológica del campo, con su apoyo en modelos estadísticos y, más aún, con modelos procedentes del deep learning, se prescindía de esas reglas a priori, de ese conocimiento de los lingüistas haciendo, en su lugar, que los propios modelos, durante su entrenamiento, aprendiesen los patrones y modelos subyacentes al lenguaje, con lo que se ponía en cuestión el papel de los lingüistas.

Este post es, en cierto sentido, una continuación o, más bien, una generalización del anterior, aunque en este caso lo voy a conectar con la ciencia y, sobre todo, con la filosofía.


Eso de la fenomenología


Y en efecto, utilizo, espero que de una manera no demasiado forzada, el término fenomenología procedente tanto del campo de la filosofía y que me he encontrado con cierta frecuencia en lecturas, por ejemplo, de roboética

Edmund Husserl

Investigando un poquito para este post, descubro que, aunque el término fenomenología se ha utilizado frecuentemente en filosofía (y no siempre en el mismo sentido), quien le dio relevancia y quien, podemos decir, dio forma a la manera más generalizada de entender el término, fue el filósofo Edmund Husserl, maestro, por cierto, de Heidegger, uno de los filósofos que trabajo la filosofía de la tecnología (o la técnica). 

Como ocurre con la filosofía alemana de la época, la verdad es que el tratamiento parece abstracto y complejo pero, intentando encontrar su esencia y expresarla de manera sencilla, y además de una manera que justifique cómo la utilizo en este post, he entresacado este párrafo procedente de la entrada sobre fenomenología en Wikipedia. donde, tras hacer constar que no todos los filósofos tienen una visión unitaria del concepto, lo que sí sucede es que:


todos los fenomenólogos comparten la búsqueda de un conocimiento que apela exclusivamente a la experiencia evidente, carente de hipotetización y modelos conceptuales del mundo


Y no pude, o no quise, dejar de consultar a ChatGPT pero 'rogándole' que explicase el término de forma muy sencilla... y esto es parte de lo que 'me dijo'


La fenomenología en filosofía se puede explicar de forma muy sencilla como el estudio de cómo experimentamos el mundo. Es decir, no se enfoca en cómo son las cosas en sí mismas, sino en cómo se nos aparecen o se nos presentan en la conciencia.


Estos dos párrafos recogen lo que quiero decir con fenomenología, pero, y dado que es un término también utilizado en el mundo de la ciencia, entresaco, también de Wikipedia, este parrafito:


El término fenomenología se utiliza para describir un cuerpo de conocimiento que relaciona entre sí distintas observaciones empíricas de fenómenos, de forma consistente con la teoría fundamental, pero que no se deriva directamente de la misma.


En el fondo, y espero no estar desacertado, con el término fenomenología quiero referirme al fijarse en las manifestaciones externas de objetos y entidades prescindiendo de intentar explicar su naturaleza o leyes internas. Sólo la manifestaciones externas.


IA simbólica versus machine learning


La inteligencia artificial simbólica se apoyaba en la representación explícita del conocimiento del dominio de que se tratase, y de reglas, a veces heurísticas, que gobernaban ese dominio. Así se hacía en los otrora exitosos y hoy casi olvidados sistemas expertos.

Así se hacia, en el fondo, con el procesamiento de lenguaje natural y la lingüística computacional en sus primeras fases, tal y como exponía en el post anterior.

Pero el machine learning, el paradigma dominante de la inteligencia artificial actual, no intenta tener un conocimiento a priori de un dominio. Lo que se hace es, durante el entrenamiento, darle datos, digamos que darle 'ejemplos', al algoritmo, para que sea él propio algoritmo el que descubra los patrones y leyes subyacentes. Pero que los descubra por sí mismo, sin que ningún humano, 'le explique' qué leyes rigen el dominio. Es más, con mucha frecuencia el humano no conoce realmente cuáles son esas leyes. Aún más, con cierta frecuencia está fuera del alcance humano entender completamente las leyes que el algoritmo descubre.


Machine learning y fenomenología


Así las cosas, podemos decir que, cuando usamos machine learning, y muy especialmente cuando hablamos de los grandes modelos de deep learning, especialísimamente los grandes modelos de lenguaje o los modelos fundacionales, nos fijamos en el dominio, por ejemplo el lenguaje, pero 'pasamos' de sus leyes y de su naturaleza y nos fijamos sólo en cómo se manifiesta (en libros o páginas web, por ejemplo). 

Es decir, prescindimos de formular hipótesis o modelos conceptuales y, en su lugar, observamos empíricamente' (bueno, nosotros no, el algoritmo) el dominio sobre el que trabajamos.

¿No es ese un enfoque fenomenológico? 


Una posible renuncia al conocimiento


Bueno, más allá de si realmente hablar de fenomenología en el caso que lo hago es acertado o no, de si estoy forzando el término o no, de si lo estoy entendiendo bien o no, lo que es indudable es que, cuando usamos los algoritmos más avanzados de machine learning, no partimos de leyes y modelos a priori, sino de manifestaciones (datos) de lo que aspiramos a modelar.

Y no es sólo que no partamos de leyes, es que con mucha frecuencia, y esto es 'parte de la gracia' del machine learning, ni siquiera las conocemos. Y, aún más, dado que los modelos de deep learning modernos son muy grandes, muy poco intuitivos, y muy alejados, 'en su razonamiento', del razonamiento consciente humano, realmente cuando el modelo de deep learning ha acabado su labor de aprendizaje, cuando ese  modelo ha encontrado ya el modelo del dominio, nosotros, los humanos, seguimos sin conocer cuáles son las leyes que rigen ese dominio.

Es decir, no aportamos conocimiento del dominio antes del entrenamiento y nos quedamos sin entender el modelo final que abstrae con éxito el modelo.

En cierto modo, hemos renunciado al conocimiento y nos conformamos con el modelo y el algoritmo lo adquieran de alguna manera, aunque no la entendamos, y luego hagan predicciones correctas o proporcionen respuestas correctas.

Hemos renunciado al conocimiento.


Y sin embargo...


Bueno, o no.

Es cierto que, en muchos casos, adoptamos una visión práctica y priorizamos simplemente el que el modelo sea útil, que nos aporte soluciones, que funcione. Sólo eso. No conocimiento.

Pero también es cierto que los resultados obtenidos en un modelo nos pueden hacer intuir, o más que intuir, cómo es el fenómeno real que hay detrás.

También es cierto que, por ejemplo, las soluciones analíticas, nos pueden ayudar a entender mejor nuestro negocio o a los mercados.

También es cierto que los chatbots basados en modelos fundacionales, como ChatGPT nos ayudan, y mucho, a precisamente trabajar en el ámbito del conocimiento, sirviéndonos como copilotos en tareas de aprendizaje o análisis.

También es cierto, en fin, que los modelos de machine learning nos pueden ayudar a entender los propios procesos cognitivos humanos y la naturaleza de nuestro cerebro, nuestro pensamiento y nuestro aprendizaje y ese es un campo real de investigación.

Aunque, en cierto sentido, en machine learning se adopta ese enfoque fenomenológico, y metodológicamente renunciamos a trabajar con las leyes que rigen un cierto campo, eso no debe ser, no tiene por qué ser, una barrera para nuestra propia adquisición de conocimiento. 

Está en nuestras manos adquirir más y más conocimiento con y sin machine learning. Y eso no hay tecnología, metodología ni corriente filosófica que pueda, ni quiera, impedírnoslo.


Conclusiones


La forma de hacer inteligencia artificial en el caso del machine learning, renuncia a aportar a priori un conocimiento interno del dominio o modelo a tratar, sino que es el algoritmo quien lo descubre. Eso sí, una vez descubierto, es difícil de entender a para los humanos.

Aún así, podemos y debemos enriquecer nuestro conocimiento y las herramientas de machine learning en el fondo nos ayudan a ello.

Lejos de convertirse en una renuncia, pueden ser un gran facilitador.


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