viernes, 9 de agosto de 2024

Los orígenes de la odometría y la humanidad en la tecnología

Este post es un poco como nostálgico, o de pura curiosidad, pero es que me ha hecho gracia e incluso resultado interesante descubrir lo que a continuación te cuento y que son los orígenes lejanos de la odometría y que, sinceramente, ignoraba. Y ya de paso, puedo extraer algunas conclusiones algo más elevadas.


Odometría


Empecemos por el principio: ¿Qué es eso de la odometría? Si acudimos a la omnipresente wikipedia, obtenemos la siguiente definición


La odometría es el uso de datos de sensores de movimiento para estimar el cambio de la posición con respecto al tiempo


Lo que quiere decir esa definición es lo siguiente: tenemos un objeto que se mueve y que, por tanto recorre una trayectoria y una distancia. La odometría pretende que ese mismo objeto que se mueve pueda, de alguna forma, estimar la distancia y trayectoria recorrida, con base en la medición de su propio movimiento.

Para conocer su propio movimiento, el objeto que se mueve, debe tener sensores de sus partes implicadas en el movimiento. Digámoslo de forma más clara, aunque simplificada: si un coche dese estimar la distancia que recorre, debe tener sensores que le informen del giro de sus ruedas.


Usos de la odometría. Robótica


La odometría puede ser aplicada siempre que exista ese elemento móvil que recorre una trayectoria. Pero el uso típico, y por el que personalmente me he interesado en ella es por su ejemplo en robótica, ligado sobre todo a robots móviles del tipo AMR ('Autonomous Mobile Robots') o es también usada en los vehículos autónomos (una forma especial de robots) o, por qué no, por vehículos más tradicionales.

La odometría se resuelve técnicamente hoy en día normalmente con base a los denominados encoders ópticos ligados a las ruedas del robot o vehículo o usando las también muy comunes IMU ('Inertial Measurement Units') que combinan acelerómetros y giróscopos.


Encoder óptico

Por si tienes curiosidad, aquí te dejo este video de mi proyecto 'The robot notes' en que hablo, precisamente, de odometría.



El problema de la odometría, como se comenta en el propio vídeo, es que genera errores, por lo que normalmente se combina con otra medida basada en referencias externas como balizas o geoposicionamiento. De alguna forma, por ejemplo, la interacción con las balizas nos ayuda a fijar una referencia absoluta y cierta pero, entre baliza y baliza la trayectoria se mide mediante dometría.


Los orígenes: Herón y Leonardo Da Vinci 


Pero los orígenes de la odometría son mucho más modestos, aunque probablemente mucho más ingeniosos y meritorios.

Leyendo el libro 'Cuando fuimos jóvenes' de Martiniano Mallavibarrena, descubro, y esto es lo que ha motivado este post, que el primer odómetro fue concebido por el gran Herón de Alejandría, allá por el año 2 de nuestra era. Este odómetro pretendía medir la distancia recorrida en un camino. 

Odómetro de Herón

Investigo un poquito más en Internet y veo que Herón asumía que los carruajes de la época con ruedas de cuatro pies de diámetro, necesitaban dar cuatrocientas vueltas para recorrer una milla romana. Así que lo que planteó fue un mecanismo que medía cuántas veces esas ruedas habían dado cuatrocientas vueltas que era tanto como decir cuántas millas romanas habían recorrido. Para ello conectó a las ruedas otra rueda dentada de cuatrocientos dientes que, cuando completaba una vuelta permitía que cayera un pequeño guijarro en un recipiente. Finalizado el recorrido, tantos guijarros era equivalente a tantas millas.

Odómetro de Leonardo

Y descubro también que, unos cuantos siglos más tarde Leonardo de Vinci perfeccionó el odómetro de Herón, pero manteniendo la misma idea base y construyó una carretilla para medir distancias que, parece, cada 1,5 metros, un eje daba una vuelta y la rueda vertical avanzaba uno de sus treinta dientes. Con ello cada 45 metros, se movía una la rueda horizontal y permitía que cayera una canica en una caja.


Una mini-reflexión: tecnología, ingenio y humanidad 


Así que, y casi es un juego de palabras, la 'odometría' tiene un largo recorrido.

Y esto me lleva dos pequeñas ideas. Por un lado a la belleza de la ingeniería y al sorprendente ingenio humano que esta disciplina demuestra ya desde sus orígenes, o quizá más que nunca en esos orígenes donde, con tan poca base en que sustentarse. Aunque, no nos engañemos, el ingenio humano sigue muy presente. En su momento, cuando descubrí cómo estaban planteados algunos de los primeros algoritmos de inteligencia artificial generativa, como los autocodificadores variaciones, ya me admiró el ingenio de quienes habían ideado aquello.

Por otro, consecuencia de lo anterior, y como ya he expresado , frente al discurso común y poco reflexionado de quienes, muchos, hacen ver como que la tecnología deshumaniza o como que es algo ajeno a la humanidad, afirmo todo lo contrario: la tecnología y la ingeniería es una de las mayores demostraciones de la grandeza de la mente humana y es, por ello, una de las actividades más humanas que existen.


Conclusiones


El caso concreto de la odometría, que aquí hemos revisado, pone de manifiesto la brillantez del ingenio humano, un ingenio que viene demostrándose desde hace siglos, e incluso milenios, y que continua en la actualidad, haciendo que la tecnología y la ingeniería sean unas disciplinas muy, muy humanas. 

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