lunes, 31 de diciembre de 2012

Bibliografía 2012

Siguiendo la costumbre, cierro el año en Blue Chip con un listado y valoración de mis lecturas en las temáticas propias de este blog: economía y sociedad digitales, social media, liderazgo, innovación, tecnología, etc.

En anteriores ocasiones clasificaba los libros en tres bloques: management, tecnología y temas limítrofes, pero dado lo ecléctico y entrelazado de las temáticas, cada vez me resulta menos relevante esa separación. He pensado hacer otra basada en las áreas de conocimiento que he definido en mi página personal (sociedad digital, negocio digital, social media, servicios TIC, dirección de proyectos y liderazgo 2.0) pero lo cierto es que, de nuevo, al intentar traducir este esquema a mis lecturas me resulta algo encorsetado y entiendo que no se adapta del todo. 

Así que renuncio a las clasificaciones y, sin más, aquí va el listado de mis lecturas en 2012:
Si observo las temáticas de esta bibliografía, creo detectar tres áreas predominantes, que no únicas, este año: social media, innovación y la psicología/sociología de la nueva sociedad digital, temáticas que, aparte de enormemente atractivas, encajan muy bien, creo, con el devenir del management tecnológico actual. No quiere ello decir que necesariamente éstas vayan a ser las áreas de lectura y comentario del próximo año, sólo que han caracterizado mi 2012 y que ha habido buenas razones para ello.

Algo que también observo en este repaso es la alta calidad general de las lecturas. He acudido con frecuencia a reconocidos gurús y bestsellers y con frecuencia los he leído en su idioma materno (cada vez incluyo más lecturas en inglés). Y esa estrategia de selección de textos y lectura de los pensadores originales en su idioma original, paga sus dividendos en forma de mayor aprendizaje y, por qué no decirlo, mayor disfrute.

Puedo recomendar la mayor parte de los libros de esa lista sabiendo que, salvo quizá alguna excepción, no defraudarán al menos a lectores con intereses más o menos cercanos a los míos.

Esa alta calidad general me hace muy difícil, eso si, dar el último paso a que suelo proceder en estos artículos recopilatorios de lecturas del año, a saber, seleccionar los mejores. Para las tres primeras posiciones me debato entre no menos de seis o siete candidatos, pero como hay que elegir, aquí va mi podium de lecturas de 2012:

(1) Open Innovation de Henry Chesbrough: Un excelente tratado sobre innovación y una explicación excelente del concepto de innovación abierta que le da título. Uno de los conceptos más avanzados en gestión de la tecnología y la innovación en el mundo de la colaboración 2.0. Altamente recomendable.

(2) The Innovator's dilemma (Clayton M. Christensen): Con una temática cercana al anterior y con una calidad que tampoco le va a la zaga, el autor, partiendo principalmente de un estudio sobre el mercado de discos duros, hace un excelente análisis de la problemática de la innovación y porta valiosas sugerencias de solución.

(3) The art of possibility: (Rosamunde Zander & Benjamin Zander): Aunque con dudas, elijo este título como tercer componente del podium quizá por variar un poco la temática. Un tratado que me fue recomendado durante un proceso de coaching y que nos habla de enfocar el mundo desde la perspectiva de la posibilidad de lo que se puede hacer superando barreras y limitaciones muchas veces autoimpuestas. Un libro difícil de encasillar en cuanto a temática: ¿nos habla de psicología? ¿de liderazgo? ¿de desarrollo personal? Difícil respuesta...pero fácil e inspiradora lectura.

Aunque no los he situado en el podium no quisiera, dejar de nombrar el magnífico sabor de boca que me dejaron otros libros como 'Socionomía', 'The lean startup', 'The net delusion' o 'La tercera revolución industrial'.

Y quizá, mencionar una desilusión: 'Marketing 3.0'. Muy por debajo, en mi opinión, de lo que cabría esperar de un libro en el que figura Phillip Kotler entre sus autores.

Pero no cerremos con mal sabor de boca. El año ha sido muy bueno en cuanto a lecturas, aprendizaje y descubrimiento de conceptos y sólo lamento no haber tenido tiempo para más. 

Ya está en marcha la lectura y en breve los comentarios en este blog del primer libro de 2013...y de momento empieza muy bien...

A ver con qué nos encontramos dentro de un año cuando proceda, de nuevo, a hacer esta valoración.

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miércoles, 26 de diciembre de 2012

El aprendizaje como objetivo de una startup

Los mercados son demasiado complejos para pretender acertar a la primera a base de mera intuición, incluso mera visión, cuál es su verdadera demanda, qué productos y servicios serán exitosos. 

Aunque la disciplina de la estrategia empresarial tomada de un modo teórico nos hace pensar en un proceso planificado y controlado, lo cierto es que el feedback del mercado es fundamental para ajustar nuestra oferta, nuestra estrategia y nuestro acercamiento al mercado.

Y esto que probablemente sea aplicable a cualquier tipo de compañía lo es especialmente cierto en lo relativo a las startups. Dado que, como veíamos en el anterior artículo, una startup se mueve en un ambiente de extrema incertidumbre, su misión es, precisamente, acotar esa incertidumbre, encontrar el camino del éxito.

Así lo expresa Eric Ries en 'The lean startup': 

The goal of a startup is to figure out the right thing to build -the things customers want and will pay for-...

Es por eso que en el método de este autor, el aprendizaje es un objetivo fundamental. Un aprendizaje que no es fundamentalmente tecnológico, sino un entendimiento del mercado y sus necesidades. Por eso, y por el énfasis en medir de forma científica el progreso, el autor afirma:



I've come to believe that learning is the essential unit of progress for startups.

Una actitud de receptividad ante el mercado, de prueba y error, de aprendizaje continuo y de medición de ese aprendizaje son las muy sabias recetas de Eric Ries para las startups. Eso si, aunque la receta es correcta, a la hora de medir ese progreso y ese aprendizaje, nos enfrentamos con una dificultad, que el propio autor reconoce: 

Learning is [...] frustratingly intangible.

Pero eso es sólo una problemática de medición, no un cuestionamiento de la filosofía...

lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Qué es una startup?

Existe mucha literatura, mucho 'buzz' y un tanto de mito acerca de los emprendedores y las startups, quizá porque la maltrecha economía occidental precisa de su concurso como ayuda para salir de la crisis.

Pero sería un error, una mirada estrecha y afectada por el mito del garaje, pensar que el emprendimiento y la innovación se producen sólo en pequeñas nuevas compañías formadas por jovenzuelos líderes visionarios. El emprendimiento, por suerte, es una actitud y una necesidad más amplia y que abarca a muchos otros colectivos.

Esta es la definición que propone Eric Ries en su libro 'The lean startup':

A startup is a human institution designed to create a new product or service under conditions of extreme uncertainty.

Dos elementos componen, creo, esta definición: la creación y la incertidumbre. Dos elementos que no son propiedad de unos pocos.

La incertidumbre como contexto y como condición que cada vez será más común, dada la complejidad de los mercados actuales.

La creación como camino y como respuesta.  Una respuesta necesaria, angustiosamente necesaria... y no sólo en manos de genios o visionarios. También en las mías y las tuyas...

¿Nos atrevemos?

viernes, 21 de diciembre de 2012

#macrotweet: La medida del éxito en innovación y emprendimiento

Success is not delivering a feature; success is learning how to solve the customer's problem.
Eric Ries
'The lean startup'

miércoles, 19 de diciembre de 2012

'Just manage it': una receta y dos buenas razones para startups.

La literatura sobre emprendedores y sobre líderes innovadores, en especial en el sector tecnológico, tiende dibujarnos a unos héroes visionarios, carismáticos, persistentes... y anárquicos.

La narratividad que acompaña a sus biografías se complace en su arrojo y su carácter...pero nos habla muy poco de estrategia, de su metodología y de su rigor.

Se trata posiblemente de mera ilusión. 

En el emprendimiento, como en toda actividad difícil, existe la inspiración, pero también mucho trabajo, mucha dedicación, metodología y persistencia, aunque eso suene menos atractivo.

Al principio de su libro 'The lean startup', Eric Ries, concentra en dos los motivos que explican el fracaso de muchas startups.

La primera es la falta de un plan, una estrategia y un estudio de mercado.

La segunda es que, tras ver cómo fracasan otras startups utilizando metodologías tradicionales de 'management', asumen algo así como que todo vale con esfuerzo y, como dice el propio Ries, adoptan una escuela de pensamiento del tipo 'Just do it', todo visión y voluntad, nada de análisis y rigor.

Eric Ries apuesta, por el contrario, por una gestión científica de la innovación y el emprendimiento. Afirma, de hecho, que su metodo se basa en el afamado Lean Management surgido a partir de la experiencia de Toyota.

Podríamos decir que Ries apuesta, en realidad por la receta del 'Just manage it'.

Y si nos daba dos razones para explicar las razones del fracaso de startups, son mucho mejores las dos razones que nos da para seguir este método y obtener el éxito en el mercado.

La primera:
Most people think of process and management as boring and dull, whereas startups are dynamic and exciting. But what is actually exciting is to see startups succeed and change the world.

Y la segunda:
The passion, energy, and vision the people bring to these new ventures are resources too precious to waste.

Buen método seguramente, pero, desde luego, dos excelentes razones para valorarlo.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Los cinco principios del método Lean Startup

'Lean startup' es un método propuesto por Eric Ries que intenta aplicar los principios del Lean Management al mundo de la innovación y el emprendimiento.

Su teoría se recoge en el libro 'The lean startup'. Al principio del mismo el autor nos expone los cinco principios en que se basa este método:
  • Los emprendedores están por todas partes: no sólo son emprendedores los que trabajan en un garaje o se encuentran en una pequeña startup. Una startup es, en el concepto de Ries, cualquier institución diseñada para crear nuevos productos y servicios en condiciones de extrema incertidumbre. Por tanto, el emprendimiento, y el método 'lean startup' se puede aplicar también, por ejemplo, en grandes empresas.

  • El emprendimiento es gestión: una startup es una institución, no un producto, y por tanto debe ser gestionada, si bien mediante una gestión específicamente orientada a sus características.

  • Aprendizaje validado: quizá, en mi opinión, uno de los dos principios más relevantes. La misión principal de una startup es aprender a construir un negocio sostenible, y ese aprendizaje debe ser validado científicamente mediante experimentos.

  • Construye-mide-aprende: el segundo principio más relevante y fuertemente relacionado con el anterior. Las startups deben convertir ideas en productos y eso se hace mediante un ciclo de construcción, medición de resultados y aprendizaje. En función de lo que se encuentre, la startup debe persistir en su estrategia o cambiarla, lo que se denomina pivotar.

  • Contabilidad de la innovación: si el emprendimiento es gestión parece una consecuencia lógica que ese aprendizaje y esa innovación, fundamentales para su desarrollo, deben ser medidos, se deben establecer hitos y se deben priorizar trabajos. Puede sonar aburrido y alejado de una visión idealizada de la innovación y el emprendimiento, pero forma parte de esa gestión profesional y método científico que propugna Lean Startup.
De alguna forma, creo que el método se resumen en ir creando el negocio mediante pequeños incrementos en forma de lanzamiento de versiones del producto (lo que denomina el MVP, 'Minimum Viable Product'), medición de resultados y progreso y toma rápida de decisiones acerca de si persistir en la estrategia o cambiarla.

Nada demasiado diferente, en el fondo, de una gestión, digamos normal, salvo, eso si, la insistencia en los ciclos cortos y en el aprendizaje y decisión continuas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

La mirada agnóstica a Internet de Evgeny Morozov

'The net delusion' es una mirada pesimista, el autor la califica en realidad como agnóstica, al papel de Internet y los medios sociales como protagonistas de un movimiento de liberación del individuo, desde un punto de vista esencialmente político.

El autor intenta desmontar lo que él denomina ciber-optimismo o ciber-utopía, esa corriente de pensamiento, dominante en el entorno de Internet, que sostiene que Internet y muy especialmente los medios sociales como Twitter, actúan como liberadores al permitir que las personas compartan información, noticias e ideas de forma libre y al facilitar la coordinación de movimientos ciudadanos.

Morozov considera esa filosofía como heredera de la estrategia occidental durante la Guerra Fría en que como arma política los gobiernos occidentales o la propia resistencia interna, utilizaron la radio libre o los panfletos para difundir información, en el entendimiento de que el conocimiento por parte de las poblaciones sometidas a regímenes totalitarios, de otros pensamientos, otros esquemas políticos y otro mundo de progreso, les impulsaría a la acción.

Frente a esta idea, Morozov opone numerosos ejemplos, centrados principalmente, aunque no exclusivamente, en China y Rusia, de cómo estos gobiernos no sólo no se ven claramente amenazados por la libertad que ofrece Internet sino que, en ocasiones, lo utilizan incluso para sus propios fines. Piensa el autor que, además, precisamente el énfasis del mundo occidental en presentar Internet como herramienta de liberación ha hecho que los gobiernos totalitarios reacciones y le presten atención, y que además, han ido mucho más allá de la simple censura o control de contenidos sino que los utilizan y explotan de forma muy inteligente para lograr sus propios fines que no son, evidentemente, liberadores.

'The net delusion' es un libro largo, quizá en exceso, y ligeramente denso, muy enfocado en la política y las implicaciones en la misma de Internet, con mucho foco en concreto en la política al respecto del gobierno norteamericano y las estrategias adoptadas, fundamentalmente, en China y Rusia. No es el típico libro a leer por un aficionado a Internet y social media. Es un libro de carácter más sociológico y político y para lectores a los que esa perspectiva les interese. Un interesante contrapeso, además, para el pensamiento fácil y optimista alrededor de la red.

Evgeny Morozov

(Fuente: Traducción propia de la entrada en la versión inglesa de Wikipedia)

Evgeny Morozov, nacido 1984 en Soligorsk, Bielorrusia,es un escritor e investigador que estudia las implicaciones políticas y sociales de la tecnología.

Morozov asistió a la Universidad Americana de Bulgaria y más tarde vivió en Berlín antes de trasladarse definitivamente a los Estados Unidos.

Morozov es investigador visitante en la Universidad de Stanford, miembro la New America Foundation y editor colaborador así como blogger para la revista 'Foreing Policy', para la que escribe el blog 'Net Effect'. Anteriormente ha sido miembro Yahoo! en la Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, miembro de la Open Society Institute, director de nuevos medios de comunicación en las ONG 'Transitions Online' y columnista para el periódico ruso Akzia. En 2009 fue elegido como miembro de TED donde habló sobre cómo la Web influye en el compromiso cívico y la estabilidad en regímenes autoritarios, sociedades cerradas o en los países "en transición".

Los escritos Morozov han aparecido en diversos periódicos y revistas de todo el mundo, entre ellos The New York Times, el Wall Street Journal, Financial Times, The Economist, The Guardian, New Scientist, The New Republic, Times Literary Supplement, Internacional Newsweek, International Herald Tribune, Boston Review, Slate y el San Francisco Chronicle.

Morozov expresa escepticismo sobre la opinión popular de que Internet está ayudando a democratizar los regímenes autoritarios, con el argumento de que también podría ser una herramienta poderosa para el ejercicio de la vigilancia masiva, la represión política, y la difusión y propaganda nacionalista extremista. Asimismo, ha criticado lo que él llama "La Agenda de la Libertad en Internet" del gobierno de EE.UU., que él comnsidera ingenua y hasta contraproducente para el objetivo mismo de la promoción de la democracia a través de la Web.

En enero de 2011 Morozov publicó su primer libro 'The net delusion' ( ISBN 978-1586488741 ). Además de explorar el impacto de Internet en los Estados autoritarios, el libro investiga los orígenes intelectuales de la emoción cada vez mayor sobre el potencial liberador de Internet y lo relaciona con el triunfalismo que siguió al fin de la Guerra Fría. Morozov también argumenta en contra de las ideas de lo que él llama ciber-utopía (la incapacidad de ver el lado más oscuro de Internet) e Internet-centrismo (la propensión creciente para ver todo el cambio político y social a través del prisma de la Internet).

Puedes conocer más sobre el autor en 'su página oficial' o seguirle en Twitter en la cuenta @evgenymorozov.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Un axioma necesario para emprendedores

Por suerte, empieza a ser reconocido, quizá todavía no del todo aplicado en el mundo corporativo, el hecho de que el error, o mejor, el ciclo ensayo-error-aprendizaje, es el mejor mecanismo para la adquisición de conocimiento, para la innovación y para el desarrollo de nuevas ideas, nuevos productos, nuevos servicios, nuevas empresas...

Así nos lo recuerda Eric Ries en el comienzo de su famoso libro 'Lean startup' cuando, a despecho de lo que normalmente figura en la literatura sobre grandes directivos y afamados emprendedores, a los que si dibujan como una especie de visionarios con un camino trazado, nos hace ver que la realidad es muy otra, que el fracaso existe...y abunda, que las visiones no siempre se realizan, que los emprendedores muchas veces no triunfan.

Tan crudo como esto:
The grim reality is that most startups fail. Most new products are not successful. Most new ventures do not live up to their potential.

No es ésta una visión pesimista en absoluto, aunque lo pueda parecer. Es sólo un axioma. Un axioma... y un baño de realidad. 

La innovación y el emprendimiento vienen acompañados con frecuencia por fracasos puntuales. Pero, si se reconoce y gestiona este axioma, esos fracasos son sólo jalones en el camino, pequeñas batallas perdidas que refuerzan la voluntad, la visión y el método para ganar la guerra.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Nuevas tecnologías: de promesas y predicciones

Las nuevas tecnologías, los nuevos logros de las ciencias aplicadas y de la ingeniería, tienden a disparar nuestra imaginación y nuestro optimismo.

A veces esa euforia pudiera ser producto, simplemente, del entusiasmo, quizá algo irreflexivo y, en otras ocasiones, pudiera tratarse de una euforia forzada con fines publicitarios o de marketing. 

El caso es que cuando surge una nueva tecnología la literatura especializada, la conversación y la publicidad tienden a sobrevalorarla, a asignarle posibilidades casi milagrosas para la transformación de la economía y el sistema productivo, para la mejora de la sociedad y, casi, casi, para salvar al mundo.

Pasados unos años, y aunque es evidente que la tecnología contribuye de forma decisiva al impulso económico y a la mejora material de la humanidad, las esperanzas sólo en parte se alcanzan, los sueños sólo parcialmente se cumplen.

Me ha gustado cómo lo expresa Evgeny Morozov en su libro 'The net delusion':
Technologies, it seems, tend to overpromise and under-deliver, at least on their initial promises.

En otras casos, y en una visión algo más optimista, ocurre justo lo contrario: nos encontramos que ciertas tecnologías o ciertos productos y servicios gozan de una explosiva adopción e influencia en el mercado y en la vida diaria, mucho más allá de lo que nadie pudo imaginar cuando esa tecnología, producto o servicio se concibieron.

¿Por qué sucede esto?

Recurro al mismo autor, Evgeny Morozov, para encontrar una explicación plausible: juzgamos una tecnología conforme al mundo que conocemos, conforme a un entorno económico, social y técnico dado. Así lo expresa Morozov:

The biggest problem with most predictions about technology is that they are invariably made based on how the world works today rather than on how it will work tomorrow.

El mundo en que se desenvolverá una tecnología pudiera ser diferente del que conocemos y nuestra habitual incapacidad para situarnos en ese nuevo mundo, nos puede conducir a errores en cuanto al verdadero impacto de una tecnología, sus usos, sus aplicaciones, su aceptación y su verdadero alcance.

Este error, digamos de imaginación, nos puede conducir a importantes desviaciones entre la realidad de una tecnología y aquello que se predijo para la misma.

Difícil equilibrio el conjugar la imaginación para prever el mundo en que una nueva tecnología se desenvolverá y el rigor propio de un análisis científico o de negocio y es que, como dice el popular aserto:

Predecir siempre es complicado...especialmente si es a futuro.

Ante la dificultad de la predicción, quizá se imponga, entonces, la prudencia en la promesa.

viernes, 7 de diciembre de 2012

#macrotweet: Relativizando el valor de un éxito en twitter

Every new article or book about a Twitter Revolution is not a triumph of humanity; it is a triumph of Twitter's marketing department.

Evgeny Morozov 
'The net delusion'

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Personalidad implícita en la red

Una de las preocupaciones más frecuentes respecto al uso de Internet y los medios sociales es todo lo que tiene que ver con la privacidad y la seguridad.

Siendo ciertos ambos, con frecuencia tengo la sensación de que se magnifican un tanto ambos y no porque técnicamente no existan ambas problemáticas, que existen, sino porque quizá se les da una dimensión relativa superior al impacto real lo que tiende a demonizar Internet.

Cuando se reflexiona de forma simplista sobre los posibles problemas de privacidad, podemos pensar que éstos pueden eliminarse o minimizarse simplemente evitando el proporcionar datos explícitos sobre nosotros mismos tales como nuestro teléfono, nuestro DNI, nuestra dirección postal, etc. 

Es cierto que no proporcionar esos datos añade algún nivel de privacidad...sin embargo, probablemente muchísimo menor del que pensamos.

Con los pocos datos disponibles, pero cruzando la información que sobre nosotros puede existir en tantos y tantos lugares de la red, es posible llegar a unir mucha información sobre una persona.

Pero el punto más interesante, quizá el más preocupante, no es tanto el que tiene que ver con nuestra información explícita sino en todo lo que revelan, de forma implícita, nuestros usos de la red...que también quedan registrados y sobre cuya información poco control tenemos.

Nuestros usos, los grupos a que nos podemos unir en una red social, las compras que podemos realizar online, las páginas que visitamos, etc, permiten elaborar un perfil sobre nuestra personalidad, ideología, opiniones, gustos, inclinaciones...

Usado desde un punto de vista comercial y positivo, eso puede permitir ofrecer las ofertas que mejor se adaptan a nuestros gustos o personalizar nuestra experiencia de uso de la red.

Manejada esa información, sin embargo, con otro tipo de fines no tan bienintencionados... la cosa puede llegar a producir miedo.

En su libro 'The net delusion', Evgeny Morozov hace mención a este asunto, que me he tomado la libertad de bautizar como 'personalidad implícita', haciendo referencia a los estudios de Sherri Grasmuk o de Colding-Jorgensen y nos dice:

Facebook users shape their online identities in implicit rather than explicit ways. That is, they believe that the kinds of Facebook campaigns and groups they join reveal more about them  than whatever they put on the dull 'about me' pages.

Las formas más insidiosas e inmanejables de problemas de privacidad podrían venir de esta personalidad que implícitamente revelamos y no tanto de la información explícita que desvelamos.

Quiero pensar que su impacto real, en términos relativos, es menor del que se puede pensar y eso permite mayoritariamente un uso sano, creativo y productivo de la red.

Pero el peligro esta ahí...

lunes, 3 de diciembre de 2012

De la displicencia a la adopción: actitudes autoritarias ante Internet

La orientación del estudio de Evgeny Morozov recogido en 'The net delusion' es de cariz claramente político. Al final del libro él mismo reconoce que podría haber estudiado otros aspectos de las repercusiones de Internet pero su interés se centra en sus implicaciones políticas y en su facultad, o no, de servir como elemento liberador.

Las conclusiones, ya lo hemos ido viendo, no son demasiado optimistas.

En un momento del libro, y ejemplificándolo con la evolución del comportamiento del venezolano Hugo Chavez, Evgeny Morozov identifica una evolución típica de la actitud de los regímenes autoritarios ante Internet.

Tras leer la propuesta con cierta detención, creo que se identifican tres fases (aunque el autor no las separa de forma tan clara). Serían estas:
  • Fase 1 - Displicencia o ignorancia: entienden Internet como algo frívolo que desaparecerá tan rápido como ha aparecido. Lógicamente, y para su decepción, luego comprueban que no es así, que Internet no desaparece y que, incluso, es adoptado por la oposición al régimen como una forma de burlar el estrecho control sobre otros medios.

  • Fase 2 - Censura: aplicada de forma muy diferente según las circunstancias de cada país y régimen, va desde una verdadera y estricta censura hasta sólo un cierto hostigamiento con impuestos o inspecciones.

  • Fase 3 - Adopción: Cuando se demuestra que la censura no es efectiva ni práctica, se pasa a la propaganda a través de Internet y los medios sociales y/o a la investigación exhaustiva.
No es algo muy diferente, quizá si eliminamos o matizamos la fase de la censura (tal vez asimilable a una fase de negación, resistencia o crítica), de las fases que conforman la actitud de empresas, instituciones e incluso individuos ante innovaciones y nuevas tecnologías.

Tal vez sea un patrón de conducta ante todo lo novedoso (ignorancia, negación, adopción). Lo preocupante de este caso, supuesto que damos por ciertas las tesis de Evgeny Morozov, es que desmontan, siquiera parcialmente, las esperanzas de que Internet sea un instrumento para la libertad, al menos la libertad política y al menos también en ciertos regímenes o contextos.

No quisiéramos que fuese cierto.